Por: Abog. Romina Rolón
Los abogados estamos llamados a ejercer el VOTO en las próximas elecciones para elegir a nuestros representantes ante el Consejo de la Magistratura.
Tras la depuración del padrón electoral, la elección de aquellos – nuestros pares representantes – recae única y exclusivamente en el gremio de abogados ejercientes, un hecho histórico que debe interpelarnos a participar y elegir a aquel candidato que cambie el rumbo de nuestras reivindicaciones no atendidas, de conformar ternas con criterios de mérito y probidad y a darnos el espacio que por años nos ha sido vedado, por la inclusión de una masa electoral que se encontraba en relación de dependencia con el Estado, con necesidades y aspiraciones distintas a los ejercientes, pasilleros y litigantes genuinos.
Votar implica no solo el cumplimiento de aquel deber y obligación legal que constituye el SUFRAGIO de acuerdo a nuestro ordenamiento superior, sino además, el deber y la obligación moral y ética de hacerlo en pos de una representación genuina, electa por nosotros, los abogados libres e independientes.
Es momento de ser soberanos respecto a ese espacio ante el Consejo de la Magistratura, permitiendo que ello impacte en las ternas, en el ejercicio diario de la profesión, en la atención de las necesidades que solo incumben a quienes nos une la toga sin dependencia o vínculos con el Estado.
Participando, devolvemos dignidad al gremio y nos hacemos responsables de nuestras elecciones. La máxima instancia judicial ha devuelto el espíritu de la ley, respetando la voluntad de los constituyentes y restableciendo la elección de los pares, depurando un padrón que incluía a quienes no lo eran por el ejercicio de sus funciones en relación de dependencia con el Estado.
Es nuestra responsabilidad hacer historia. Es nuestra obligación legal y moral ocupar nuestro espacio. La elección de nuestros pares es el ejercicio del poder que nunca antes tuvimos y por tanto, participando y votando, eligiendo a los mejores hombres y mujeres conforme a nuestras convicciones personales, es sin duda, un hecho histórico que debemos honrar en las urnas. Es allí, donde definiremos el destino del gremio.
Participemos, vayamos a las urnas con la voluntad y el espíritu libre, sabiendo que nuestras elecciones serán por y para todos los abogados y abogadas del país. En las próximas elecciones, TU VOTO DEFINE…Que viva la toga libre e independiente!