La jueza en lo Civil, Judith Gauto, sumariada por presunto maltrato a una actuaria, en su informe en el expediente abierto, refiere que el sumario está mal dirigido y que la que sufrió un “verdadero calvario” durante el tiempo que la denunciante estuvo en la secretaría del juzgado a su cargo fue ella. “No tenía la más mínima dedicación al trabajo ni tampoco comprendía su función. Si yo no le suplicaba, reiteraba, pedía e insistía, las presentaciones electrónicas solo subían, sin que sean proveídas. Solo se proveían si yo le insistía, emplazaba para que lo haga”, agregó.
Admitió que es cierto que la actuaria se quedaba fuera del horario laboral, “pero desconozco que hacía en esas horas porque el resultado no se reflejaba en el día a día, donde solo se evidenciaba un atraso inmenso. Una mora impresionante”.
Por otro lado afirmó: “Niego tajantemente haber maltratado. Lo único que se podrá observar de las capturas de pantalla es el hartazgo que yo reflejaba ante una persona que no hacía su trabajo, ante una persona que persistía en su conducta reprochable de no trabajar, y de brindar un pésimo servicio de justicia a quienes tramitaban sus expedientes ante la secretaría entonces a su cargo”.
“La señorita (por la actuaria cuyo nombre preferimos no revelar) me hizo sufrir, padecer uno de los peores atrasos que haya experimentado el juzgado a mi cargo. Lejos estuvo de la brillante gestión de su antecesora, quien dejó el cargo al ascender a otro ante la Corte Suprema”, puntualizó la magistrada en otra parte de su versión en el sumario.
La juez apuntó que la denunciante cometió una serie de irregularidades. “He comunicado al Consejo de Superintendencia la adulteración en números de resoluciones, lo cual consta en la nota del 31 de diciembre de 2019 y cuyo original tengo en mi poder”, enfatizó la magistrada.
Gauto insistió en que la sumariada tenía que ser la actuaria y no ella.