Durante la sesión plenaria de la fecha, el actual ministro y expresidente de la Corte Suprema de Justicia, Alberto Martínez Simón dijo que solo se debería de habilitar el uso de la matrícula a quienes tengan la suficiencia para el ejercicio de la abogacía y que la habilitación debe realizarse través de un nivel de exigencia muy férreo y serio de modo a que solo accedan aquellas personas capacitadas.
“Vamos a empezar a regular la calidad de la educación en las facultades de Derecho y vamos a establecer, con el índice de los que logran las matrículas, en qué facultades se enseñan mejor que otras”, expresó el ministro Martínez Simón.
El mismo explicó que a través de estos podrán empezar a exigir a la comunidad educativa mejores productos de salida, egresados con verdaderas aptitudes para ejercer el rol de abogado.
Así también, agregó que actualmente existen abogados mediocres con matrículas que solo entorpecen los litigios y que no entienden cuáles son sus funciones.
“Yo prefiero atender un juicio donde estén litigado dos grandes abogados conocedores profundos del Derecho y no de abogado mediocres porque el abogado mediocre no entiende lo que está haciendo y conduce mal el pleito, en cambio, el buen abogado entiende lo que está haciendo y sabe las reglas de juego”, expresó Martínez Simón.
A su turno, el ministro Eugenio Jiménez Rolón señaló que sería una irresponsabilidad de la Corte Suprema de Justicia si otorgan registros a personas que no han demostrado tener los conocimientos mínimos requeridos para ser profesionales del derecho. El mismo dijo que los profesionales mediocres perjudican a la ciudadanía. “Existen abogados que promueven demandas en el fuero equivocado. Demandas promovidas por personas jurídicas inexistentes. Todo esto causa un grave perjuicio a la ciudadanía”.
“Es responsabilidad de la Corte no habilitar las matrículas de las personas que no están preparadas para la profesión”, sentenció.