Se cumple un año de la desaparición de la niña de Emboscada y hasta el momento no se tiene ninguna pista de su paradero, pese a varios allanamientos realizados por los agentes investigadores desde el 15 de abril del 2020, iniciando el trabajo en el establecimiento Monte Pacará, ubicada en la compañía Isla Alta, de la referida ciudad cordillerana. Al paso del tiempo, el caso se vuelve en una incógnita.
Recién el 16 de abril y luego de tanta insistencia de los vecinos, un día después de la desaparición de la niña, que además tiene problemas de movilidad, su madre Lilian Zapata y su padrastro Reiner Oberuber, ciudadano alemán, llegaron hasta la comisaría jurisdiccional para radicar la denuncia de la desaparición de la menor, quien supuestamente fue vista por última vez, paseándose con las cabras, que también desaparecido.
Días después las cabras fueron encontradas a cinco kilómetros del establecimiento Monte Pacará y era imposible que la niña haya seguido a los animales, ya que la zona tiene muchos montes y piedras, ya que la movilidad de la menor es muy limitada.
Tras las investigaciones iniciales del personal policial de la zona, se le dio participación a Investigación de Delitos, quienes iniciaron las averiguaciones correspondientes.
Cinco días después de la desaparición de la menor, su madre y su padrastro Reiner Oberuber ofrecieron G. 10 millones como recompensa por una información valiosa sobre el paradero de la niña.
Pasaron los días, la niña no aparece y el 4 de mayo del 2020, los fiscales Carlos Maldonado, Gedeón Escobar, Lorenzo Lezcano y María Irene Álvarez imputaron a la madre y al padrastro de la niña por violación del deber de cuidado y abandono. Desde ese entonces la pareja se convierte sospechosa de la desaparición. Fueron detenidos y enviados a prisión.
Los meses pasan, los allanamientos se vuelven innumerables, la casa donde estaba la víctima fue allanada varias veces, se tuvieron que vaciar pozos ciegos. Las pericias de los celulares del padrastro y de una computadora portátil descubrieron fotos de pornografía infantil, además de escenas de rituales y sacrificios humanos, por lo que se amplió la imputación contra el hombre por pornografía infantil.
La investigación poco avanzó, se realizaron más allanamientos infructuosos, la Policía tiene ninguna pista, hasta ahora. Ya no descartan de la muerte de la menor.
El 31 de marzo, ya de este año, Reiner Oberuber rompe el silencio y mediante una carta leída por su abogado Max Narvaes, el ciudadano alemán ofrece una recompensa de G. 350 millones de guaraníes por una información valiosa sobre el paradero de la menor. En dicha carta el imputado dice sentirse perseguido por el mencionado caso y aseguró que nada tuvo que ver con la desaparición de la menor.