
El maestro de artes marciales, Agustín Garay, la auxiliar fiscal Claudia Guillén y su madre Sergia González, no llegaron a un acuerdo de conciliación. La querella por supuesta violación de domicilio, calumnia, tentativa de lesión y amenaza presentada por Garay contra madre e hija se debatirá en juicio.
En la mañana de hoy, el propietario de la academia, Agustín Garay asistió a la audiencia de conciliación con la esperanza de llegar a un acuerdo con la contraparte. Sin embargo, según sus declaraciones, la parte demandada se mostró intransigente y rechazó cualquier posibilidad de conciliación.
«Hemos asistido a la citación con la intención, la esperanza de llegar a una conciliación. Volvimos a reiterarle a la contraparte nuestra intención de poder llegar a un acuerdo, pero ellos de manera muy prepotente dijeron que no tienen ganas, no están en condiciones ni ánimos de poder acceder a una conciliación», declaró la propietaria a la prensa.
Ante la falta de acuerdo, el caso se encamina ahora hacia un juicio oral. Garay estuvo acompañado por sus abogados Marbel Niquel y Alejandro Alderete, quienes explicaron los próximos pasos del proceso legal. «Ahora sigue la fijación de fecha para el juicio oral. Nosotros estamos ya en vista de que no ha ocurrido ninguna conciliación, ya estamos prestos para el juicio oral y demostrar la culpabilidad de las querelladas», afirmó la abogada Marbel Niquel.
Ahora el juzgado deberá fijar una fecha para el inicio del juicio oral, donde se presentarán las pruebas y argumentos de ambas partes.
El maestro de artes marciales Agustín Garay presentó una querella contra la auxiliar fiscal Claudia Guillén y su madre Sergia González por supuesta violación de domicilio, calumnia, tentativa de lesión y amenaza. Relata que las querelladas causaron destrozos en su academia y que incluso pintaron su vehículo acusándolo de pedófilo. El local en cuestión está ubicado en la avenida Ygatimi esquina O’Leary.
Afirmó sentirse ofendido, agredido y agraviado de todas las formas, porque estas mujeres causaron destrozos en su lugar de trabajo, gritando todo tipo de improperios delante de sus alumnos y los padres de estos, quienes intentaban contenerlos ante semejante acto de violencia. Claudia Guillén es la misma que fue procesada por andar en una camioneta denunciada como robada en Brasil, quien cuenta con antecedentes por reducción y resistencia.