El Tribunal de Sentencia, presidido por Lourdes Garcete, condenó ayer a 24 años de prisión al suboficial Gustavo Florentín, hallado culpable del homicidio doloso agravado de Rodrigo Quintana, ocurrido en la madrugada del 1 de abril de 2017 en la sede del PLRA.
Pese a que los jueces no pudieron identificar el arma de la que salió el disparo mortal, a través de otras pruebas llegaron a la conclusión de que Florentín fue el autor del disparo. Alegaron que el único acusado sabía que su arma tenía municiones letales y que, actuando de la manera en la que actuó, ponía en peligro la vida de terceros.
La jueza Lourdes Garcete explicó que hubo contradicciones en torno al arma que usó el acusado esa noche, ya que declaraciones de policías indican que era una escopeta M12, pero un documento refiere que era una M10. Sin embargo, el tribunal concluyó que el responsable fue Gustavo Florentín, argumentando que las imágenes de circuito cerrado del lugar dejan entrever el destello producto del disparo, lo que a su vez permitió ver la silueta de la persona que lo realizó: Florentín.
La defensa calificó el fallo de “sentencia cómoda”, ya que, según ellos, debía congraciarse con la prensa y la sociedad.
