Un Tribunal de Apelación Penal confirmó la condena de 4 años de cárcel para César Ortíz alias «gordito lindo» y ordenó un nuevo juicio para el policía Fabio Rolón, tras anular su pena de 5 años de cárcel. El proceso guarda relación con la fuga de Ortíz, quien escapó de Tacumbú vestido de mujer en mayo del 2022.
La resolución fue dictada por los camaristas Delio Vera Navarro, José Agustín Fernández y Bibiana Benítez Faría, quienes analizaron los recursos de apelación interpuestos por las defensas de los procesados. En el caso de Ortíz, la Cámara demostró que las pruebas presentadas en el juicio fueron suficientes para sostener la sentencia por asociacióncriminal, desestimando el pedido de su defensa de absolverlo.
En cuanto a Rolón, la Alzada detectó contradicciones en la sentencia original, particularmente en la calificación jurídica de los hechos imputados. Mientras que el fallo de primera instancia lo condenó por asociación criminal y frustración de la persecución y ejecución penal, también desarrolló la absorción de uno de los delitos el de liberacióndepresos, generando confusión en la fundamentación. Ante esta situación, se decidió la anulación parcial de la sentencia y el reenvío del caso a un nuevo tribunal de juicio oral.
César Ortíz, identificado como miembro del Clan Rotela, una de las facciones criminales más poderosas dentro del sistema penitenciario paraguayo, logró escapar de la cárcel de Tacumbú el 29 de mayo del año 2022. Su escape se dio mediante un plan elaborado en el que usó vestimenta femenina, peluca y maquillaje para burlar los controles de seguridad.
La investigación consideró que contó con apoyo interno y externo, incluyendo la colaboración de agentes penitenciarios y policiales. En este contexto, se vinculó a Fabio Rolón, quien, según la acusación, habría facilitado información clave para concretar la huida.
El Ministerio Público sostuvo que la resolución ratifica la solidez de la acusación contra Ortíz, aunque mostró cautela ante la decisión de un nuevo juicio para Rolón. “La argumentación de la primera sentencia no fue lo suficientemente clara en cuanto a la calificación de los hechos, por lo que se debe revisar en un nuevo proceso”. Por su parte, la defensa del expolicía calificó la decisión como un avance en la búsqueda de justicia, insistiendo en que su cliente no tuvo participación en la fuga y que su implicación se basó en pruebas insuficientes.