La ciudadana Guillermina Kanonnikoff, esposa de una de las víctimas de la dictadura, confirmó la muerte del ex policía stronista Juan Aniceto Martínez, quien fue condenado y procesado en otras causas por hechos de tortura durante el régimen.
“Esta es la sangre que se llevó el partido colorado, que hace más de 70 años está en el gobierno y que nunca pidió perdón a las víctimas ni tampoco tuvo voluntad política para construir una memoria histórica sobre lo que pasó en el Paraguay en la época de la dictadura” dijo.
Señaló que los miembros del Partido Colorado que hoy están en el poder son corresponsables de esto, porque jamás tuvieron la decencia de quitar de sus filas a personas como Pastor Coronel del Departamento de Investigaciones de la Policía en época stronista, quien torturó a muchas personas incluido el fundador de las Ligas Agrarias Cristianas.
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“Ellos (colorados) todavía siguen rindiendo loas a estos personajes nefastos, que lo único que hicieron fue cercenar libertades y matar a los jóvenes más brillantes de la época de los setentas. Esto significa la impunidad, lo que la justicia no nos dio hasta hoy y lo que esperamos que haga la justicia, ningún ciudadano está seguro” agregó.
La mujer contó que Juan Aniceto Martínez fue uno de los torturadores más férreos y que la torturó en presencia de su hijo. Una vez la golpeó con una raja cuando ésta intentó defender a un adolescente de 17 años que era guardia y que osó pedirle a Martínez que le pagara el pasaje.
Según los relatos que fueron recogidos, Juan Anceto Martínez fue quien dio el golpe final a Mario Schaerer Prono, quien fuera el esposo de Kanonnikoff. Mario fue golpeado con la barra de hierro del grillo con el cual él estaba engrillado. Lo sacaron de la pileta y, al ver que seguía respirando, Martínez dijo “a este lo tenemos que sacar” y le dio un golpe final en la base del cráneo, lo cual le causó la muerte, según el relato de su esposa.
Juan Aniceto Martínez torturó a cientos de ciudadanos junto al excomisario Eusebio Torres, quien enfrenta cargos por crímenes de lesa humanidad. Según declaraciones de las propias víctimas, Torres reventó el ojo del hoy psiquiatra Carlos Arestivo utilizando un látigo. También le quemó los pechos y la vagina a la ciudadana Margarita Báez mientras la colgaba agarrada del cabello.

A los hermanos Carlos y Luís Casco los electrocutaron y ahogaron por horas en reiteradas ocasiones durante el mes de abril de 1976. A su esposa, Teresa Aguilera de Casco la torturaron a pesar de estar embarazada de seis meses e incluso fue obligada a dar a luz estando secuestrada. Guillermina Kanonnikoff fue vilmente torturada delante de su hijo de ocho meses, mientras que Constantino Coronel fue engrillado durante tres meses, recibiendo todas las tardes varias sesiones con picana eléctrica.
Constantino Coronel fue torturado por el Jefe de la Policía Pastor Coronel, quien se subió sobre su pecho para asfixiarlo, sin embargo, tras recibir una llamada Constantino quedó a cargo de Eusebio Torres, quien lo mantuvo esposado y sometiéndolo choques eléctricos y asfixia. Estuvo encarcelado hasta el año 1981, durante su cautiverio recibió nueve balazos. Al día de hoy tiene ya 92 años de edad y se presentó ante el juzgado a prestar su declaración en contra de Torres.