El brutal asesinato de María Fernanda Benítez, de apenas 17 años, ha estremecido al país. Su cuerpo, hallado parcialmente calcinado en un terreno baldío frente a la vivienda del padre del principal sospechoso, fue trasladado a la Morgue Judicial de Asunción para determinar con precisión la causa de muerte. La adolescente había sido reportada como desaparecida días atrás en Coronel Oviedo.
El presunto autor, también de 17 años y quien aparentemente mantenía una relación sentimental con la víctima, se presentó ante la Policía acompañado de un abogado. Aunque en un primer momento intentó desligarse del crimen, finalmente confesó la ubicación del cadáver tras caer en contradicciones durante el interrogatorio. Según fuentes cercanas a la investigación, el cuerpo estaba oculto en un terreno frente a la casa de su propio padre y presentaba quemaduras parciales, lo que evidenciaría un intento de encubrimiento.
Una de las hipótesis más inquietantes que manejan los investigadores es la de un aborto clandestino forzado. Testimonios apuntan a que María Fernanda habría sido llevada contra su voluntad bajo amenazas, en el marco de un procedimiento que terminó saliendo mal. La familia de la víctima sostiene que la joven fue secuestrada, inducida a abortar y posteriormente asesinada para silenciar el crimen. Sospechan que el hecho ocurrió dentro de la vivienda del propio novio.
Hasta el momento, el joven fue imputado por la presunta comisión del hecho punible de feminicidio, al igual que una amiga suya, de 19 años, quien habría colaborado en el hecho. Los investigadores no descartan la participación de los padres del adolescente, quienes podrían haber actuado en complicidad para ocultar el asesinato. Chats de “WhatsApp” entre el imputado y su amiga (en rebeldía) revelan que el joven ya estaba planeando el homicidio de la víctima, debido a que la misma quería tener al bebé que estaba esperando.
El padre de María Fernanda, visiblemente consternado, exigió públicamente la destitución de los funcionarios que intervinieron en el caso, denunciando falta de acción e ineficiencia por parte de las autoridades. “Yo mismo tuve que salir a buscar a mi hija. Fui yo quien encontró las pistas, no la Policía”, declaró a medios locales, entre lágrimas.
Mientras tanto, los estudios forenses en la capital buscan esclarecer los detalles de la causa de muerte, que se mantiene como “en estudio” debido a las condiciones en las que fue hallado el cuerpo. El caso se encuentra ahora bajo la mirada de un equipo especial del Ministerio Público, conformado por decisión del fiscal general Emiliano Rolón Fernández, ante la gravedad y sensibilidad de los hechos.
