El pleno de la Corte Suprema de Justicia rechazó el pedido de reconsideración solicitado por la jueza Hilda Benítez Vallejo de quedarse en el juzgado penal de Asunción, por lo que volverá nuevamente a su antigua circunscripción de Ñeembucú.
El mencionado rechazo fue propuesto por el ministro Alberto Martínez Simón y por unanimidad resolvieron que la cuestionada jueza Hilda Benítez Vallejo vaya nuevamente a su despacho en el juzgado penal de garantías de Pilar.
En su reemplazo en el juzgado de Atención Permanente queda como interina la jueza de ejecución, Letizia Paredes y el juzgado de Alcides Corbeta, que estaba interinando Benítez Vallejo, queda a cargo de Mirko Valinotti.
Una de las polémicas decisiones de la mencionada magistrada fue e 30 de marzo pasado, cuando resolvió la prisión preventiva de los jóvenes Vivian Genes, Pedro Areco y Luis Trinidad Paniagua. Posteriormente una Cámara de Apelaciones liberó a los jóvenes. Por este caso, la jueza fue escrachada por la sociedad civil, que fueron hasta la casa de su madre.
El 15 de abril pasado, Hilda Benítez Vallejos otorgó arresto domiciliario a Reinaldo Candia Cristaldo, un contador de Pedro Juan Caballero, quien fue detenido en el marco de la causa de Luis Carlos da Rocha, alias Cabeza Branca, por lavado de dinero, producto del narcotráfico. La magistrada dijo que el encausado demostró suficiente arraigo.
El 29 de abril, la mencionada magistrada otorgó otro arresto domiciliario a un hombre sospechado por narcotráfico, en este caso julio Duarte Servián, un administrador de una casa de cambios, involucrado en lavado de dinero producto de hechos criminales.
Julio César Duarte Servián fue detenido durante un megaoperativo realizado en conjunto con la República Federal del Brasil tras 16 allanamientos simultáneos llevados a cabo en Pedro Juan Caballero en septiembre del 2020. En aquella ocasión lograron desmantelar una organización liderada por el clan Morínigo-García quienes se dedicaban a enviar drogas al Brasil y lavar el dinero en Paraguay.