El martes pasado asumió el nuevo gobierno en la República del Paraguay, al frente del Ejecutivo se posicionó el economista Santiago Peña, quien prometió un trabajo frontal contra los que estén fuera de la ley y la tolerancia cero a los funcionarios de gobierno que sean negligentes o estén involucrados en actos de corrupción.
«No tenemos tiempo ni segundas oportunidades» refería el señor Presidente quien nominó como ministro de Justicia al abogado Ángel Ramón Barchini y por ende encargado y responsable absoluto de los centros penitenciarios del país, donde hace pocos días se dieron tres ejecuciones aprobadas y ordenadas por clanes criminales que gobiernan las cárceles de Paraguay.
El ministro de Justicia a pocos días de asumir en cargo anuncia la firma de convenios para el fortalecimiento del Estado de Derecho, ahora bien, la ciudadanía en pleno quiere saber que hará para retomar el control de las cárceles que están en manos de distintas facciones criminales.