Por LUIS ENRIQUE CHASE PLATE
Un supuesto Panel de Expertos intento disminuir la personalidad y los altos méritos del Dr. DIEGO MORENO RODRIGUEZ, candidato del Paraguay a la Corte Interamericana de Derechos Humanos. No conocemos quienes son los expertos, ni qué nivel académico e intelectual poseen, para poder evaluar al Dr. Diego Moreno. Normalmente estos Comités de expertos son usualmente, de “prácticos o técnicos de alguna ciencia o arte, pero nunca llegan a alcanzar el nivel del saber jurídico, con su porción de arte, de ciencia y de filosofía. La mayoría de las veces, son “burócratas”, o en algunos casos “tecnócratas”, con una formación limitada y endeble en la materia que pretenden juzgar.
Además, no puede ser un simple Panel de Expertos el que afirme quien reúne los requisitos y condiciones para ser juez de la Corte. Los jueces son elegidos por los Estados Partes en la Convención Americana sobre Derechos Humanos. Es la Asamblea General de la OEA, a la que compete la elección de los jueces, que son elegidos a título personal de entre juristas de la más alta autoridad moral, de reconocida competencia en materia de derechos humanos, que reúnan las condiciones requeridas para el ejercicio de las más elevadas funciones judiciales, conforme a la ley del Estado del cual sean nacionales o del Estado que los postule como candidato. Son los Estados los que proponen los candidatos y no simples paneles de expertos que no tienen representación de ninguna clase y menos legitimidad democrática.
Diego Moreno Rodríguez, no solo tiene una vasta experiencia en la materia de los Derechos Humanos y una autoridad moral indiscutible, sino principalmente es dueño de una formación ecuménica del Derecho. Respetado en el Paraguay, como un hombre estudioso, es conocido en el exterior, en los círculos académicos del mas alto nivel, por sus trabajos y ensayos que demuestran su profundo conocimiento del Derecho Constitucional, cuyo contenido es esencialmente de los Derechos del Hombre, es decir los Derechos Humanos, en sus vertientes, en el campo nacional, y de las reglas internacionales, prescritas por las convenciones y tratados, sean estos latinoamericanos o europeos.
Este Panel pretende desacreditar la candidatura paraguaya, al hacer mención a un supuesto conflicto de intereses, porque algunos parientes del Dr. Moreno Rodríguez, ocupan cargos de relevancia en la Administración del país. Pero ese hecho no puede descalificar al candidato, pues estamos seguros que cuando se trate de un asunto sobre el Paraguay, el Juez paraguayo de apartara del caso, por decoro y delicadeza. Una sociedad como la paraguaya, está integrada por una noble tradición y lazos de amistad y parentesco, que provienen desde los lejanos anos de la independencia. Además, la sociedad actual, en cualquier parte del planeta, se mueve y se entrelazan, aparecen y desaparecen, los vínculos de amistad y parentesco, en forma vertiginosa. No puede ser esta objeción causa de descalificación del candidato nacional paraguayo ni de cualquier otro.
A todo debe sumarse la experiencia de Diego Moreno Rodríguez, vivida en la propia sede de la OEA, en donde le toco trabajar en los sitios más complejos, en los que se discuten y formulan las políticas interamericanas sobre los derechos humanos. Allí, en Washington, D.C. se destacó por su criterio y versación jurídica, su cultura y formación humanista. Esta formación humanista, su espíritu de justicia y su don de gente, lo sitúan en la más alta condición para ser juez de la Corte Interamericana de Derechos Humanos. Diego Moreno Rodríguez, dio muestras de su inteligencia en la Universidad paraguaya y en prestigiosas universidades extranjeras. Pero a toda esa escalada de títulos y papeles, le ha superado Diego Moreno Rodríguez, estudiando a reconocidos autores de obras jurídicas y filosóficas, para ir mucho más lejos, precisamente de la formación común que otorgan las instituciones universitarias y sobresalir por su propia vivencia, conocimiento y trayectoria intelectual.
