El Juez Rodrigo Estigarribia elevó a juicio la causa contra los policías Jhony Ariel Giménez Amarilla y Reinaldo Ramón Esquivel, quienes habrían solicitado Gs. 900.000 a un conductor para no hacerle la prueba de alcotest y devolverle su vehículo. La causa es por supuesta extorsión, cohecho pasivo agravado e inducción a un subordinado a un hecho punible.
Según la investigación del Ministerio Público, el hecho ocurrió el 04 de mayo del 2024 cuando los uniformados, en una patrullera oficial, detuvieron a Fernando Jesús Torres Marecos en la Avenida Luis María Argaña. Los agentes trasladaron a la víctima a la comisaría, donde le explicaron que, si el alcotest daba positivo, sus antecedentes serían remitidos a la Fiscalía. Para evitarlo, le solicitaron la suma de 900.000 guaraníes.
El caso fue denunciado ante el Departamento Antisecuestro de la Policía Nacional y, tras una serie de investigaciones, el Ministerio Público presentó acusación formal el 17 de noviembre del año pasado. Los fiscales a cargo calificaron los hechos como extorsión, cohecho pasivo agravado e inducción a un subordinado a cometer un hecho punible.
Durante la audiencia preliminar, la defensa de los acusados solicitó la suspensión condicional del procedimiento, alegando que ambos eran policías sin antecedentes previos y ofrecieron el pago de 150.000 guaraníes mensuales durante un año como reparación del daño. Sin embargo, el Juzgado Penal rechazó el pedido, argumentando la gravedad del caso y el abuso de autoridad.
