La historia de los hermanos costureros, donde el ritualismo procesal está por sobre las garantías constitucionales.
La Cámara de Apelación de Central integrado por los camaristas María Teresa González, Fabriciano Villalba y María Lourdes Cardozo resolvió de manera unánime anular la sentencia dictada por un Tribunal de Sentencia, en la cual absolvieron a los hermanos costureros Dionicio y Terensio Correa Fernández. La decisión de anular la sentencia absolutoria se dio a raíz de que el magistrado Julio Fernández, uno de los miembros del Tribunal de Sentencia no firmó en el plazo establecido la resolución, y a consecuencia de ello se debe realizar un nuevo juicio oral y público con un nuevo tribunal juzgador.
La sentencia íntegra debía ser entregada a las partes el 21 de setiembre de 2021, sin embargo se entregó recién el 28 del mismo mes.
El colegiado que dictó la sentencia absolutoria está integrado por los jueces Isabel Meza, Julio Fernández y Nancy Adorno, los mismos habían resuelto el 14 de setiembre de 2021, declarar no comprobada en juicio la responsabilidad penal como autores del hecho punible de robo agravado tras no demostrarse que los hermanos hayan participado del hecho acusado y por ende fueron absueltos de reproche y pena.
El agente fiscal de la causa Itálico Rienzi interpuso el recurso de apelación contra la sentencia, específicamente porque la misma ha sido firmada fuera del plazo razonable establecido por ley, en su escrito el fiscal aclaró que había solicitado al Tribunal la absolución por duda razonable.
Dionicio Correa reside en Capiatá y trabaja hace casi 11 años en una empresa ubicada en Villa Aurelia, se dedica a la costura de vestidos para eventos. Comentó entre lágrimas que junto con su hermano estuvieron privados de libertad casi 7 meses en la Penitenciaría de Emboscada, y que el proceso hasta la absolución duró 4 años. Agregó que la presidenta del Tribunal Isabel Meza les pidió disculpas al término del juicio.
Recordó que todo comenzó al salir del trabajo, al pasar frente a una comisaría fueron detenidos por la policía, quedaron detenidos y posteriormente a la fiscalía, iniciándose así la injusticia al ser involucrados en un caso de motochorros.
El hombre lamentó que por la culpa de un juez que no cumplió a tiempo con su obligación, tengan que enfrentar un nuevo juicio oral a pesar de ser inocentes.
La desidia, negligencia y «tecnicismo judicial» conspiran en contra de los sagrados principios republicanos establecidos a favor del ser humano.