El adolescente Óscar Efraín Estigarribia, que se encontraba camino al colegio a tempranas horas de la mañana, fue sorprendido por un hombre que, sin mediar palabras, lo hirió con un arma blanca a la altura del pecho provocándole la muerte. El joven fue encontrado por transeúntes de la zona.
La agente Fiscal Laura Ávalos realizó varias diligencias tanto en el lugar del hecho como en diversas constituciones en locales comerciales a fin de identificar al presunto sospechoso y solicitó ayuda a los pobladores. Un ciudadano de origen nativo brindó declaraciones relevantes a la Fiscalía para lograr la identificación del victimario asumiendo que “esa persona se acercó a la víctima, le propinó una herida, el menor intentó abalanzarse sobre él, ahí mismo fue donde el autor huyó y la víctima cayó en ese lugar” expreso a la Fiscal.
A través del análisis de las imágenes de circuito cerrado, lograron identificar al presunto autor del crimen; se trata de Rodolfo Rivarola Villalba de 42 años, que fue detenido en un inquilinato y fue la propietaria del lugar quien permitió el ingreso de la comitiva hasta el lugar donde reside, en donde se hallaron varias pruebas contundentes en contra de Rivarola, como un pantalón con presuntas manchas de sangre.
Lo que llamó la atención de los investigadores fue que el hombre intentó esconder la remera que llevaba puesta en la mañana y la tiró en una letrina, según imágenes de circuito cerrado. La Fiscal añadió que encontraron un destornillador que aparentemente tendría sangre, el mismo fue recogido ya que no coincide con la forma de la herida que presenta el menor, por lo que no se descarta que pudiera haberse usada para cometer otro hecho. Estas evidencias fueron encontradas por los agentes Policiales que fueron levantadas como evidencia por especialista del departamento de Criminalística.
En las imágenes de circuito cerrado se observa que el sindicado se detuvo una cuadra antes para orinar frente a un local comercial y luego caminó a pasos muy lentos. Hasta el momento el Ministerio Público no descarta ninguna hipótesis sobre el móvil del homicidio y alegan que aparentemente el atacante estaba en estado etílico o bajo efectos de alguna sustancia.
Los primeros datos de la investigación dan a conocer que el menor se habría resistido al asalto, ya que hallaron sus pertenencias en el lugar del hecho. El asesinato se registró a uso 50 metros de la sede de la Gobernación en una zona ocupada por una comunidad nativa de la localidad de Filadelfia, Departamento de Boquerón.