El Tribunal de Sentencia que preside la juez María Luz Martínez inició esta mañana el juicio oral de Olga Bogado Cubas y Rufina Salinas Acuña, dos supuestas monjas acusadas por presuntamente someter a una adolescente de 16 años a un régimen de servidumbre y trabajo forzado, maltrato físico y psicológico, durante varios meses, en septiembre del 2023.
Según los antecedentes, Olga Cubas acogió a la adolescente el 27 de marzo del año 2023 en un lugar denominado “Casa de la Reina de la Paz”, ubicado en el barrio Molino de Luque. Esto ocurrió después de que la menor fuera captada, bajo engaño, por Rufina Salinas Acuña para una supuesta formación como novicia religiosa en un local conocido como “Nuestra Señora de Caacupé”, en el kilómetro 14 de la ciudad de Minga Guazú.
Aparentemente, desde que llegó al lugar, la víctima fue presumiblemente sometida a un régimen de servidumbre y trabajo forzado durante aproximadamente siete meses. Allí, Olga Bogado la habría sometido a todo tipo de maltratos, llegando a abofetearla y golpearla en la nuca constantemente. Además, la obligaba a besar el suelo hasta cien veces cuando no le gustaba su trabajo.
Cuando la adolescente no cumplía adecuadamente con sus tareas, Bogado la castigaba poniéndole basura en la cabeza o arrojándole trapos de cocina que debía lavar, a veces hasta altas horas de la madrugada, dejándole los dedos irritados de tanto fregar. Además, la castigaba con un cable de acero y una espátula, según el acta de acusación. Durante ese tiempo, la víctima era obligada a dormir tarde y levantarse a las 04:00 horas de la mañana para realizar todas las tareas del lugar: limpiar, cocinar a leña y salir a vender tortas y a pedir limosnas, todo bajo órdenes directas de Bogado, quien le había despojado de sus documentos y prohibido cualquier contacto con su madre.
Posteriormente, el 20 de septiembre, Olga Bogado trasladó nuevamente a la víctima a la zona de Minga Guazú y la dejó a cargo de Rufina Salinas. Esta última finalmente abandonó a la menor frente a su vivienda y le dio instrucciones, amenazándola, para que mintiera a su madre sobre las condiciones en las que había vivido en Luque. Sin embargo, la joven confesó todas las penurias sufridas y sus familiares interpusieron una denuncia ante las autoridades. Posteriormente, la Unidad Especializada en Hechos Punibles contra Niños y Adolescentes inició la investigación, brindando asistencia médica y psicológica a la víctima.







