La jueza del Juzgado de Paz de La Encarnación, Analía Cibils, quien no se encontraba en su despacho al momento del inicio del allanamiento en horas de la mañana, apareció recién en horas de la siesta para «entregar» un celular a la fiscal Belinda Bobadilla.
Hasta ahora se desconoce quién convocó a la magistrada desde la máxima instancia judicial en coincidencia con el día del allanamiento, lo cual le permitió tener su teléfono fuera del alcance fiscal al menos hasta la siesta.
Cibils es una de las juezas más complicadas ya que se presentaron denuncias en su contra e incluso fue suspendida por la Corte. De su juzgado fueron incautados varios documentos también relacionados con supuestas irregularidades en la tramitación de juicios ejecutivos.
