Francisco Ortiz de 36 años se entregó a las autoridades el pasado viernes en horas de la tarde. El mismo contaba con orden de captura por ser sospechoso de la comisión del hecho de homicidio doloso contra Marcelino Rolón.
Al respecto, el Fiscal Carlomagno Alvarenga señaló a PDS Radio que el día de hoy se llevó a cabo la reconstrucción de los hechos por pedido de la defensa. Se constituyeron en el lugar de los hechos y comparecieron seis testigos. El homicidio ocurrió en el mes de agosto del año 2018 en horas de la madrugada, hubo un evento familiar por el cumpleaños de la concubina del imputado, ocasión en la que ocurrió el asesinato del tío de la mujer, identificado como Marcelino Rolón.
«Él no había sido invitado, aparentemente ya habían inconvenientes internos y él fue al lugar unas horas pero después se retiró de la casa. Ya en horas de la madrugada volvió y en ese momento se produjo el desenlace que culminó con el fallecimiento de la víctima» dijo el Fiscal.
Conforme al relato de la viuda de la víctima, el mismo había llegado a su hogar en estado etílico a altas horas de la noche, abrió el ropero del dormitorio y sacó una escopeta calibre 12mm para luego partir nuevamente al lugar donde se festejaba el cumple de su sobrina. La viuda intentó evitar que el hombre volviera a salir de la casa, pero no tuvo éxito.
Al llegar nuevamente a la fiesta, la víctima realizó dos disparos al aire y comenzó a apuntar a todos los invitados que estaban allí. Ante esta situación, el hoy imputado tomó un arma de fuego y tras una breve discusión realizó un disparo que le llegó a la altura del pecho a la víctima y le causó la muerte.
Tras el suceso, Francisco Ortiz se dió a la fuga, por lo que él Fiscal Alvarenga solicitó su rebeldía y la medida cautelar de prisión preventiva. El viernes pasado, el hombre se presentó ante el Juzgado y allí le otorgaron el arresto domiciliario. Mientras Ortiz se encontraba prófugo, la defensa solicitó el cambio de calificación alegando que se trató de exitación emotiva, sin embargo, esto fue rechazado por el juzgado y fue confirmado por el Tribunal de Alzada, atendiendo a que el mismo no podía litigar desde su clandestinidad.
«Yo analicé la situación y también conversé con el abogado de la querella adhesiva. Le expliqué la situación y teniendo en cuenta las circunstancias fácticas yo consideré oportuno no apelar; la querella si presentó apelación y ahora la causa está en una suerte de parálisis porque se presentó un recurso de reposición y apelación en subsidio» agregó Alvarenga.
