El juez Humberto Otazú mantuvo el arresto domiciliario del policía Aníbal Avezada, imputado por presuntamente extorsionar a un joven de 20 años.
El hecho ocurrió en fecha 02 de junio del año pasado, cuando Avezada, junto con los policías Miguel Ángel Sosa Marecos y Jorge Darío Duarte, abordó a un joven de 20 años que se encontraba en su vehículo y lo trasladó a la comisaría bajo el argumento de una «actitud sospechosa». Una vez allí, los agentes supuestamente le exigieron la suma de Gs. 3.000.000 a cambio de no iniciarle una causa penal, monto que la víctima retiró de un cajero automático. La operación fue detectada por sus padres, quienes presentaron la denuncia.
Según la acusación, los policías hicieron firmar al joven un documento en el que declaraba no haber entregado dinero, con el fin de encubrir el hecho. Para el Ministerio Público, existen pruebas suficientes que demuestran que los agentes abusaron de su autoridad para obtener un beneficio económico indebido. La Fiscalía sostiene que este tipo de hechos deben ser sancionados con firmeza, ya que atentan contra la confianza en las fuerzas de seguridad.
Pese a los argumentos de la defensa, el juez demostró que el arresto domiciliario es una medida menos grave que la prisión preventiva, pero sigue garantizando el sometimiento del acusado al proceso judicial. Con esta decisión, Avezada deberá permanecer en su domicilio mientras se desarrolla la investigación y se define su situación legal.