Máquinas de votación tienen margen de error cero, según asesor de la Justicia Electoral

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El abogado Carlos María Ljubetic , asesor de la Justicia Electoral, afirmó a PDS que las máquinas de votación que serán utilizadas el sábado 21 de noviembre para las elecciones de los abogados que representarán al gremio ante el Consejo de la Magistratura, «tienen un margen de error del cero». Aseguró que la implementación del nuevo sistema de elección permite un mejor control y una alta confiabilidad.

 

«Las máquinas de votación ya forman parte de la legislación electoral paraguaya y la Justicia Electoral cree que la elección de los abogados es un momento oportuno para iniciar este proceso debido al nivel intelectual que se supone tienen los abogados y porque sirve como un mecanismo para capacitar personas», expresó Carlos María Ljubetic.

El abogado se refirió al modo de uso de las máquinas de votación y explicó: «Acá la máquina lo que hace es ser un asistente de la mesa y el elector, poque en la mesa voy a recibir, en vez de una boleta, una tarjeta electrónica. Me voy a ir al cuarto oscuro, voy a introducir la tarjeta en la máquina, en la pantalla de la máquina voy a seleccionar a mi candidato preferido y ahí la máquina me va a imprimir el voto. El voto queda impreso en la boleta y queda también en el chip electrónico que tiene la boleta. ¿Y cómo se comprueba eso? Se pone el chip de la boleta en el visor de la pantalla y en la pantalla aparece también tu voto. En la máquina no queda ningún registro del voto, solamente queda en la boleta».

«¿Cómo se hace el escrutinio? Se cuentan las boletas, como siempre se hace; se compara con la cantidad de votantes y una vez que inicia el escrutinio, se procede de la siguiente manera: yo pongo el chip electrónico de la boleta y en la máquina me va a aparecer por quién voté y el miembro de mesa dicta lo que está impreso en la boleta», expresó.

Respecto a la receptividad de las mismas, Ljubetic dijo: «Nos alienta mucho la confiabilidad que generó el sistema en los abogados porque recién al manipular las máquinas, se dieron cuenta que muy lejos de ser una posibilidad de fraude, es un mecanismo que permite una fiscalización mucho mejor que la que teníamos anteriormente».