El ministro Manuel Ramírez Candia dejó ayer en evidencia la maniobra de sus colegas del Jurado de Enjuiciamiento de Magistrados (JEM), quienes por mayoría de votos blanquearon al juez en lo Civil Édgar Rivas y a los criticados camaristas Antonia López y Juan Carlos Paredes, implicados en la inflada regulación de honorarios de los abogados de Darío Messer.
A propuesta del diputado Rodrigo Blanco, los miembros del JEM archivaron la investigación contra los camaristas que retasaron los honorarios a 3.375.000 dólares en lugar de G. 2.530.000 que fueron regulados por un juez de Primera Instancia.
Ramírez Candia señaló que todo estaba “pactado de antemano”, haciendo referencia a la decisión de archivar el caso. Manifestó que sus colegas sabían no solo que la actuación de los magistrados es irregular, sino que también tiene implicancia penal.
“Su conducta (de los magistrados) podría incluso, además de configurarse mal desempeño en funciones, ser punibles por frustración de comiso y lavado de dinero, al haber proporcionado a terceros (a abogados), el dinero procedente de un hecho antijurídico de Messer”, apuntó.