Sobre la impunidad imperante ante los hechos punibles relacionados al medio ambiente, el periodista de investigación Aldo Benítez de ABC Color, quien el domingo último hizo una publicación relativo al tema, señalo que es una situación es bastante angustiante, tratándose de los vastos recursos naturales que posee nuestro país que lastimosamente se van perdiendo y desde la justicia no hay medidas que hagan que los responsables de los últimos 15 años de flagelo ambiental.
Tal es el caso de los departamentos de Canindeyú, Itapúa y Alto Paraná; departamentos que se encuentran dentro del Bosque Atlántico del Alto Paraná y que son de los más afectados por tala indiscriminada de árboles en los últimos años, sin embargo, las estadísticas señalan que de casi 830 denuncias que fueron recepcionadas, 605 fueron causas abiertas, de esta cifra solo 7 casos fueron elevadas a juicio oral y de los cuales únicamente 1 caso es sobre deforestación.
Tras una ardua labor investigativa en la que realizaron monitoreos a través del sistema «Global Forest Watch», plataforma proveída por Google de acceso libre y gratuito para todos los interesados, donde se detallan estadísticas, mapas interactivos, alertas de deforestación actualizadas donde se grafica el inescrupuloso actuar de los propietarios de estas tierras.
Enfatizó que en el caso de las contadas causas que se elevan a juicio oral son siempre sobre delitos menores y no en los casos de grandes extensiones territoriales que son desmontadas cada día en la región.
Ante la consulta de como se explica tanta impunidad respecto al tema, el periodista refirió que el fenómeno se explica a través de distintas variables, como la ausencia del estado en estas zonas que se traduce en limitaciones para los funcionarios que deben preservar estos recursos naturales, comentó que el número de guardaparques es muy desproporcional a la cantidad de hectáreas a ser resguardados, además que estos no cuentan con los móviles en condiciones para realizar sus labores e incluso deben pagar sus propias municiones.
Otro de los males que asechan la preservación de estos espacios naturales es el narcotráfico ya que zonas protegidas o reservas naturales son utilizados por estos grupos criminales para la plantación de marihuana.
El periodista además lamentó que el Estado no tome una intervención más profunda y que no adopte una política adecuada que luche contra los hechos punibles con impacto ambiental.