Techo Py: «No asumamos que no queda nada por hacer»

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Claudia Neumann - Directora social de TECHO Py

Claudia Neumann, Directora Social de Techo Paraguay, habló con PDS Radio y Tv Digital acerca de la colecta anual de la organización. Sobre ello, mencionó que la misma será llevada a cabo los días viernes 01 y sábado 02 de septiembre, cuando más de cinco mil jóvenes voluntarios saldrán a las calles en Asunción, Central y Alto Paraná buscando recaudar los fondos suficientes para poder seguir construyendo viviendas de emergencia en los distintos asentamientos que existen en nuestro país.

“Cualquiera que quiera sumarse como voluntario lo puede hacer a través del sitio web techo.org.py y también puede encontrar más información a través de las distintas redes sociales. El objetivo de la colecta este año es recaudar la suma de Gs. 1.680.000.000 para construir 240 viviendas de emergencia y transformas la vida de 240 familias que hoy viven en el barro, en la tierra, en condiciones que nos parecen completamente inaceptables” agregó. Comentó además que para poder sumarse como voluntario/a solo es necesario tener como mínimo 15 años de edad.

Señaló que TECHO Py trabaja con una realidad que es sumamente urgente, difícil e injusta, sin embargo, uno de los valores de la organización es el optimismo, por lo que la premisa durante estos días de colecta es llevar una “fiesta” a las calles y llenarlas de esperanza. Los días 01 y 02 de septiembre, los voluntarios podrán ser identificados por chalecos distintivos, de color blanco y el logo de TECHO al frente, además de las famosas alcancías de madera con forma de “casitas” que todos conocemos, en más de 150 puntos.

Imagen cortesía

“Queremos invitar a la gente a no asumir que no queda nada por hacer, porque a veces como sociedad pensamos que no podemos hacer nada con la realidad de nuestro país y nosotros queremos decirle a la gente que sí se puede, porque en estos 15 años de trabajo en Paraguay hemos construido más de 8.500 viviendas de emergencia y la historia de cada una de ellas nos cuenta que sí hay mucho por hacer. Algo que para nosotros puede ser pequeño, puede marcar la diferencia en cada familia” manifestó Neumann.

Respecto a la selección de asentamientos y familias que resultan “beneficiadas” en las construcciones, Claudia Neumann explicó que en nuestro país existe una enorme necesidad de viviendas dignas; hoy en día el déficit habitacional asciende a los 1.100.000 hogares el cual está concentrado en los asentamientos populares que están en diferentes zonas de nuestro país. Actualmente no se tiene registro de la cantidad exacta de asentamientos que existen en el Paraguay, sin embargo, Techo Py ha hecho investigaciones que tuvieron como resultado el reconocimiento de más de 500 asentamientos solo en el área metropolitana.

“Hay una gran necesidad y es una tarea muy difícil poder seleccionar a los asentamientos con los que trabajamos, a las comunidades y las familias. Para eso tenemos diferentes métodos y uno de ellos es a través de nuestros relevamientos, trabajamos con los gobiernos locales y también recepcionamos un montón de llamadas de las comunidades, de los referentes comunitarios, de los vecinos que piden ayuda. Lo que hacemos es aplicar, a esas comunidades, una ficha de asentamiento donde relevamos información sobre la cantidad de familias, precariedad habitacional, servicios básicos y hasta la situación de la tierra del asentamiento” relató.

Afirmó que TECHO no es una organización asistencialista ya que trabajan en conjunto con la comunidad, por lo que un requisito indispensable es que la comunidad quiera ser parte y de esa forma es posible dejar capacidades instaladas. Cuando ya se selecciona a las comunidades, se realizan encestas de comunidad donde cada familia del asentamiento es encuestada por los miles de voluntarios que la organización moviliza anualmente y luego se releva la información sobre el lugar donde se encuentran viviendo estas familias, ya sea sobre los pisos, paredes y techos; también la vulnerabilidad en la que se encuentran, si hay niños o personas con enfermedades crónicas, etc.

Un dato importante es el tiempo que la familia reside en la comunidad porque se trabaja con familias con las que ya existe un arraigo, ya que, si una familia llega a una comunidad y luego de dos años sigue viviendo en “hules” o en la tierra, es porque evidentemente existe una problemática que estas personas no están pudiendo resolver por sí solas. Lo que busca la organización es dar ese pequeño “empujón” para que las familias puedan salir adelante junto con la comunidad.

Neumann mencionó que el año pasado se realizó una evaluación de impacto que les permitió observar que las viviendas de emergencia construidas por los voluntarios tienen un rango de durabilidad de aproximadamente siete a diez años e incluso hay casos en los que la vivienda ha seguido firma durante más de diez años y, como las familias beneficiadas ya han podido construir sus casas de material, las viviendas de madera son utilizadas como un complemento.

“Además de la vivienda, TECHO tiene otros proyectos comunitarios y desarrollo comunitario donde trabajamos con cada familia y esperamos que algo más pase en esos diez años, que la familia deje de necesitar esa vivienda. Creemos que TECHO actúa como ese factor entre que el gobierno no puede entrar a la comunidad y cuando logra hacerlo, pero ¿qué pasa con esa generación en ese tiempo donde el gobierno no puede entrar a un asentamiento? Hay generaciones que pueden quedar perdidas, es ahí donde entra TECHO” dijo Neumann.

Aclaró que, si bien la organización no es una solución definitiva a la problemática de estos asentamientos, si es un inicio necesario que saca a las familias de dormir en la tierra y les da la esperanza de que no están solas y que son acompañadas en el proceso de tener una vida más digna.

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