Continúa el juicio oral y público al excomisario Eusebio Torres Romero, acusado por hechos de supuesta tortura durante la dictadura stronista. El Tribunal de Sentencia está conformado por los magistrados Juan Francisco Ortiz, Rossana Maldonado y Manuel Aguirre.
Durante el tercer día de juicio, el Ministro Víctor Ríos hizo presencia en la sala y manifestó que los ministros están tomando como práctica asistir a algunos juicios orales, sobretodo, para analizar cuestiones referentes a la puntualidad de los magistrados y el inicio de la audiencia oral. Además de ello, resaltó que este juicio tiene un significado muy especial debido a que se juzgan supuestos hechos de violación de derechos humanos durante la época de la dictadura de Alfredo Stroessner.
“Es un juicio emblemático, donde el Estado de Derecho activa todas las garantías para la persona acusada y, a partir de lo que suceda en este proceso, se va a establecer no solamente una verdad jurídica sino también una verdad histórica que tenemos que cuidar en nuestro país y garantizar que nuca más se vuelvan a repetir” declaró el Ministro Ríos.

Refirió que no solamente la Corte Suprema de Justicia (CSJ) debe dar importancia estos casos de lesa humanidad, sino también el pueblo paraguayo, sobretodo, los jóvenes quienes representan el futuro del país, ya que de no ser así la historia podría repetirse nuevamente.
Según el relato fáctico, la presente causa se inició con la denuncia presentada por el abogado Milciades Marcelino Acosta Ferreira en representación de Carlos Ernesto Casco, Luis Alberto Casco y Teresa Dejesús Aguilera de Casco, ante la Oficina de Denuncias de ésta Fiscalía Especializada en Hechos Punibles contra los Derechos Humanos, en fecha 09 de mayo de 2011.
En la misma relata que los señores Carlos Ernesto Casco, Luis Alberto Casco y Teresa Dejesus Aguilera de Casco, fueron víctimas del hecho punible de tortura, que se describe a continuación, habiendo sido detenidas en diversos lugares de la República del Paraguay: primeramente se menciona que Carlos Ernesto Casco fue detenido en abril de 1976 en el puerto de la ciudad de Asunción, en una embarcación paraguaya proveniente de la ciudad argentina de Corrientes, el mismo se encontraba en compañía de Luis Ricardo Schmalko; el grupo de oficiales de policía se encontraba encabezado por Camilo Almada Morel.
Posteriormente, fue derivado al Departamento de Investigación de Delitos de la Policía Nacional, donde fue torturado por Camilo Almada Morel y Lucilo Benítez entre otros, así al segundo o tercer día de su detención en dicha dependencia policial aparece Eusebio Torres, quien tomaba las declaraciones indagatorias frente a Cantero, ante la falta de respuesta a alguna pregunta, la víctima era golpeada por Eusebio Torres con cachiporra por el hombro y la nuca, además de amenazarlo con matar a la señora Teresa Dejesús Aguilera, su esposa; así la victima Carlos Alberto Casco permaneció en Investigaciones hasta el 16 de setiembre de 1976, seis meses, siendo trasladado al Penal de Emboscada donde quedó privado de libertad hasta agosto de 1978.
Asimismo, la denuncia también refiere que Luis Alberto Casco, fue detenido en abril de 1976, en la ciudad de Villarrica, y después trasladado a la ciudad de Asunción al Departamento de Investigaciones de la Policía, donde fue fichado y llevado a una pieza en el segundo o tercer piso de la dependencia policial, donde fue torturado, le aplicaron corrientes eléctricas, lo sumergieron en una pileta, por seis oficiales de Policía, a consecuencia de las torturas, perdió sus dientes, el que dirigía las torturas era Eusebio Torres. Luis Alberto Casco permaneció detenido en dicha dependencia policial con parientes de otras víctimas, entre ellos Rufino Franco Vallejos, Juan Balbuena, Andrés Aquino, Enrique German, entre otros, estaban dentro de una pequeña celda, estuvo detenido desde marzo o abril de 1976, siendo trasladado al Penal de Emboscada donde permaneció hasta junio de 1976.
Con relación a Teresa Dejesús Aguilera de Casco, quien al momento de su detención tenía seis meses de embarazo, refiere que fue detenida en abril de 1976, en la vía pública en la ciudad de Encarnación, junto con María Evangelina Alvitos de Zavala, y posteriormente fue llevada a la Delegación de Gobierno de Encarnación; luego fue trasladada a la ciudad de Asunción, al Departamento de Investigaciones de Delitos, lugar donde sufrió todo tipo de atrocidades, abusos y vejámenes de parte de los efectivos policiales, posteriormente, fue llevada hasta el Penal de Emboscada, donde permaneció hasta el 03 de mayo de 1976, de allí fue llevada hasta la Comisaría 1, donde quedó hasta septiembre de 1976. En ese lapso de tiempo en agosto de 1976, fue llevada al Policlínico Policial donde dio a luz a su primer hijo Luis Ernesto, en dicho lugar fue maltratada por el personal del hospital incluidos los médicos.
Así posteriormente, fue llevada nuevamente al penal de Emboscada y liberada el 26 de noviembre de 1976. La misma, al ampliar su declaración testimonial ha manifestado que en el Departamento de Investigación de Delitos fue torturada psicológicamente por Eusebio Torres, quien realizaba preguntas bajo amenazas y amedrentamiento para que manifieste su relacionamiento con Jorge Zavala o Carlos Brañas, quienes pertenecían a la OPM, fue torturada por tres días de mañana y tarde por Eusebio Torres, recuperando su libertad en noviembre de 1976. A consecuencia del maltrato sufrido por lo médicos del Rigoberto Caballero, cuando dio a luz a su primer hijo la misma tuvo repercusiones en su salud.